jueves, 7 de febrero de 2013

Me encanta el Carnaval!!!!!!!!!!!

Me encanta el carnaval!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Los grandes pintores también se sentían atraídos por el Carnaval. Y ya de paso aprovecho para invitaros a visitar el museo Piñole, una joya bastante desconocida.

Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Ante todo perdonad mi tardanza en actualizar, no sé que me pasa que el tiempo se me esfuma, pasa como un suspiro, uno de esos rápidos que apenas se notan. Pero a pesar de que no tengo demasiado tiempo sigo visitando vuestros blogs, comento poquito, la verdad, pero disfruto de su lectura.
Y ya que estoy aquí quería dar mi opinión del carnaval, y contaros porqué me gusta tanto.
En realidad el Carnaval para mí, más que una fiesta de disfraces y de ingenio es una asociación de buenos recuerdos, y es algo que intento que siga siendo así, aunque adaptándolo a las diferentes etapas de mi vida.
Cuando era pequeña el Carnaval era una combinación de cuatro días de descanso, a veces cinco porque nos incluían el miércoles de ceniza en esas minivacaciones, pero aparte de todo ese tiempo que me regalaban era disfrazarme lo que más me gustaba. En el tema disfraces tuve varias etapas, de pequeña quería ir siempre de princesa, dama y todo lo que implicase llevar zapatos chulos, pintarme y llenarme de adornos como coronas, varitas mágicas y pamelas. Luego tuve una etapa mucho más creativa en la que fui de caníbal, de zombie y de bruja mala entre otras cosas, pero la creatividad no era la idea exactamente ya que eran cosas relativamente normales, la creatividad estaba en la elaboración, iba ataviada con disfraces hechos por mí y llenos de detalles graciosos, intentando que la gente no me reconociera, y luego, cuando ya era más mayor empezó la cosa de disfrazarse en grupo con amigas o novio en otras ocasiones. 
Me gusta la alegría, la música y el recuerdo que siempre perdura en nuestra memoria.

La etapa de mi niñez me encanta, mis padres también se disfrazaban alguna vez y nos gustaba ir a una verbena que hacían en el centro de la ciudad. Íbamos con unos amigos de toda la vida y lo pasábamos en grande, tomando algo fuera de casa a las dos de la madrugada, gastando bromas y lanzando confeti; por entonces, con once o doce años aquello era lo nunca visto. Y al día siguiente tenía lugar el entierro de la sardina, donde pasábamos un frío de perros (pobres perritos) y siempre nos ocurrían mil y un anécdotas, pero eran unas jornadas entrañables donde nos reíamos sin parar, y siempre terminábamos merendando chocolate con churros.
Además, estaba la parte más bonita, ir al cole disfrazada. Me encantaba disfrazarme y también ver a mis compañeros intentando adivinar quien era quien. Y en esos cuatro días siempre había tiempo para ver alguna peli interesante, para ir a alguna excursión y con el paso del tiempo a estudiar. Y en mi cajita de los recuerdos que tengo oculta en mi memoria guardo con gran cariño los preparativos de los disfraces en días de frío, cuando la casa olía a comidas calientes, a refritos y a calor de hogar. Cuando era muy peque y llevaba trajes tipo princesa generalmente me los hacía mi madre y luego íbamos a alguna mercería o juguetería a comprar una corona, unos pendientes o algo que pegase. Y yo le pedía a mi madre que me pintase con sombras, colorete y barra de labios, todo ello bien exagerado, por si alguien no lo veía bien. Y por supuesto, el peinado tenía que estar acorde con el traje.
Cuando empecé con mi etapa de los trajes creativos mi madre me cosía lo que le pedía y yo lo decoraba. Al de zombi le pegué gusanitos de los comestibles y espaguetis cocidos, se supone que eran los gusanos propios de un zombie. Y luego íbamos con mi madre y mi hermana a comprar los complementos, un puñal  que atravesaba la cabeza, pintura de cicatrices y sangre, cosas así. Y cuando empecé a ir en grupo pues nos vestíamos todas en una casa, bien la mía o la de cualquier otra, y nos reíamos sin parar de las pintas que teníamos. Y ya salíamos por ahí, a quemar la ciudad.
Me encanta tomar comidas de invierno, bien calentitas. El olor a lentejas me recuerda a cuando preparaba mis disfraces de pequeña.

Cuando fui madre me di cuenta de que es cierto esto de que la vida es cíclica. Cuando mis hijos eran pequeños querían ir de príncipe y princesa, de hada, de dama, del Zorro, de mosquetero y cosas así, vamos de cosas cursis como yo. Como entonces no había tanta crisis confieso que en Carnaval acababa derrochando algo más de la cuenta, pero al fin y al cabo los niños son pequeños muy poco tiempo y no era tan grave. Y como siempre, aunque los trajes eran comprados yo los personalizaba un poco, al de reina le hice una capa de terciopelo que abrigaba mucho, al de hada le hice una varita mucho mejor que la original y al de mosquetero le arreglamos la espada porque traía una un poco cutre.
De todas formas, para no perder la esencia del carnaval,  desde siempre hemos preparado algún disfraz casero y solían llevarlo el último día para ver el entierro de la sardina, o el domingo por la mañana, que hay gente disfrazada pero no es el día más importante. Más que nada lo hacíamos para estar juntos y demostrar que se pueden hacer cosas preciosas con un poco de imaginación. Y su padre y yo también nos disfrazábamos, como mínimo un día o dos.
Luego, al ir creciendo, llegó la fase imaginativa y fueron de vampiros, hippies y cosas así, cosas que no es que sean demasiado imaginativas pero que las que venden hechas es verdad que parecen “demasiado disfraz”, son muy artificiales y por eso ellos las hacían manualmente y totalmente personalizadas. El de hippie quedó genial, rescaté cosas que ni recodaba que tenía y los adornos estaban muy bien, y el de vampiro también quedó muy aparente. Hubo otros que estaban bien aunque no tan logrados, pero con todos disfrutamos.
Las torrijas son muy típicas de Carnaval y hacen que la casa huela a almibar y a alegría.

Todos esos días de Carnaval me traen recuerdos de unas minivacaciones, había tiempo para salir, incluso a veces hemos ido a la nieve por la mañana y por la tarde al Carnaval, hemos salido con amigos, a pasear y aprovechamos para ver algo en la tele juntos. Son un descanso, un bálsamo en esa cuesta del curso que tan pesado se me hace, al menos a mí, a pesar de que me encanta febrero, pero a veces me da la impresión de que ese mes tan pequeño se me hace demasiado largo.
Y siguiendo con los disfraces y lo cíclica que es la vida os diré que ahora estamos en esa etapa en la que se disfrazan en grupo para ir al menos uno o dos días con amigos, y yo insisto en que la disfruten a tope, porque me trae buenísimos recuerdos y pasa muy rápido, no quiero que se pierdan nada. Por supuesto no se olvidan de nosotros, jejejeje, y vamos a ir juntos a algunas cosas, el entierro de la sardina es un acontecimiento para compartir y que se termina delante de una taza de chocolate con churros así que nadie dice que no. También tomaremos en casa el típico menú de Antroxu, es decir de Carnaval, aunque confieso que no pude esperar y ya hice torrijas esta mañana. El fin de semana o el lunes haré potaje del que se come en estas fechas, y el viernes cena especial con picadillo y frixuelos(creps), y más torrijas. Los frixuelos los hago más de un día para merendar con mis padres y hermana, algunos los relleno de nata o crema pastelera y otros los como con azúcar. Y aprovecho para hacer alguna cosita rica mientras vemos la tele de noche.Y a pesar del poquísimo tiempo que nos están dejando los estudios disfrutamos mucho con la preparación de los disfraces, es algo que sigue presente.
Me gusta ver lo que la gente discurre, creo que he visto disfraces de casitodo.
 
Espero que estos días sirvan para que la gente se anime un poco porque tengo la sensación de que la calle está llena de tristeza. Hoy por la mañana, mientras caminaba mirando los escaparates e intentando resguardarme de la lluvia he sentido que muchos comercios estaban vacíos y no se ve la alegría de otros años así que a ver si el lunes, que aquí hay un gran desfile donde la gente saca todo su ingenio nos reímos un poco y cogemos impulso para seguir tirando. Ojalá no llueva para que todos se animen y la música y la alegría llenen la ciudad, aunque sea por unas horas. Y me gustaría que todos los niños se disfrazasen, entiendo que muchas familias están muy mal pero si buscamos lo que podamos tener por casa hay mil ideas, con ropa del padre o de la madre, con cualquier cosita y la cara pintada de blanco pueden ir de mimo, o con la cara de colores de payaso, una niña con cualquier cosa larga y un chal y todo el joyerío que encontremos puede ir de dama, o con todo negro, leggins y camiseta,  les hacemos unas alas con cartulina y unas antenas y de mariposa o mariquita. Podemos preparar complementos de pirata o de hada con cartulina,  o con un mandil y un gorro de cartulina podemos llevarlos de cocinero. En Internet hay mil tutoriales que nos pueden ayudar, los niños tiene que disfrutar y es vital que nosotros les ayudemos a ser felices, tenemos que esforzarnos en hacer que cada día sea único y si nos lamentamos en su presencia y les hacemos ver que es un engorro tanta búsqueda de cosas el Carnaval dejará de ser divertido, en cambio si disfrutamos de la preparación y nos divertimos juntos seguro que se lo pasan pipa y les queda un buen recuerdo, que al final es lo más importante, tener una vida llena de amor y buenos recuerdos.
Esto son buñuelos de calabaza(perdonad porque estén borrosos, no sé que pasó) y aunuqe no son típicos de Carnaval saben bien mientras vemos la tele o los toman mis hijos de merienda algún día especial.

Y vosotros, ¿os disfrazáis? ¿Os gusta el Carnaval? Me encantaría que me contaseis como se celebra esta fiesta en vuestros pueblos y ciudades. Aquí ya os he dicho que el lunes hay un gran desfile de charangas y de gente disfrazada con carrozas, es increíble lo que discurren algunos, es ver para creer. Y el martes es el entierro de la sardina, aunque entremedias hay verbenas y actuaciones. Y si no cambia como alguna que otra vez, la semana que viene será Carnaval en Oviedo, una semanina más tarde, así que tendremos Carnaval dos veces. Yo suelo ir en tren y merendamos por allí. Bueno chicas, ya me contaréis lo bien que lo pasáis. De momento muy feliz Carnaval, salud y que todo os salga muy bien. Mil besos y os sigo leyendo, no os quepa duda.

sábado, 26 de enero de 2013

Cosas que me hacen sentir bien en invierno.



Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!¿Cómo estáis? Espero de todo corazón que estéis muy bien, que las que están estudiando aprueben y los demás que vayamos tirando, que tal como están las cosas no es poco.
Hoy me apetece hablar un poco de las cosas que me gustan. Ya sabéis que de vez en cuando me gusta contaros lo que me gusta hacer en ciertas épocas. En otoño me gustan unas cosas, en invierno otras, en primavera otras y por supuesto en verano me gusta hacer de todo.
Hoy os hablaré un poco de esos pequeños detalles que me ayudan a ser feliz, especialmente en invierno, ahora que el otoño está relegado al olvido y las navidades ya nos han dejado.
Las cositas que os diré son cosas que no cuestan dinero o cuestan muy poco, para seguir un poco con la temática del blog, que trata más que nada de ideas económicas.
 Lo primero es aclarar que me gusta el invierno, pero a veces llega a hacerse un poco largo, es demasiado tiempo de lluvia, mal tiempo y frío, así que intento sacarle todo el partido posible.
Ahora que mis hijos son mayores la prioridad son los estudios, y si hay que quedarse en casa para estudiar, se queda y yo me solidarizo y me quedo también, pero incluso en esos días intento hacer algo especial.
A media tarde hacemos una parada y tomamos algo un poco extra, un bizcocho rico, un chocolate o unos frixuelos(creps) rellenos de nata o crema.
Estos días de invierno es importante buscar pequeñas cosas que nos alejen de la monotonía, de días cortos y con poca luz.
Me encanta el crepúsculo, justo el instante en que el cielo es naranja  y la oscuridad envuelve lo que hay alrededor.
 Un día a la semana mis hijos comen en el instituto porque se quedan a una actividad que les gusta mucho, así que llegan a casa a media tarde. Cómo ese día no hemos comido juntos siempre les espero con alguna merienda especial, y siempre es sorpresa, no les digo de qué se trata. A veces les hago buñuelos de calabaza, que están buenísimos. Saqué la receta del blog de Patricia Fernández, compartiendo mi moda, por si queréis intentarlo, merece la pena. Mis hijos odiaban la calabaza hasta que probaron esta receta, y cuando están hechos los rebozamos en azúcar y canela. Otras veces les hago bizcocho de calabaza con pepitas de chocolate. La receta la saqué del mismo blog pero ella hacía magdalenas. Yo a veces hago magdalenas pero me gusta más el bizcocho. Otras veces hago cup cakes, o cookies  (no acaban de quedarme del todo bien, la verdad) o incluso un pincheo salado. Según como esté el día, si llueve y hace frío puedo hacer chocolate con churros o si hace sol un pincheo también apetece, luego cenan ligero y arreglado. Y otras veces aso castañas. Cuando llegan siempre dicen que la escalera huele a las cosas ricas que les preparo, les encanta volver a casa sabiendo que algo bueno y rico les espera. Ya sé que esto puede parecer una tontería, ni que fueran mis hijos los únicos que un día comen fuera, pero me gusta estar con ellos cuando vuelven y charlar con una merienda un poco especial. Y además no es un gasto excesivo porque suelo usar lo que tengo en casa, lo único un poco distinto es la calabaza pero siempre la compro abundante y  la guardo en el congelador para usar cuando me apetezca.





Me encanta encontrar lugares secretos y recónditos.
            

 Otra cosa que me gusta hacer en invierno y que me ayuda a alejar la monotonía es caminar por mi ciudad buscando sitios recónditos a los que no vamos en verano, lugares que me recuerden que vivo en un sitio que aún está por descubrir. Siempre descubrimos algo nuevo.
Y otra cosa muy de invierno es ir a los sitios cuando ya ha anochecido para tener otra perspectiva. En este caso en vez de lugares desconocidos me  refiero a sitios a los que normalmente iría en verano por la tarde, en invierno también voy de tarde pero todo se ve oscuro y diferente. Si ha llovido antes me gusta el brillo del suelo, me recuerda a una de las pelis que os comenté hace tiempo, El Sur, pero si no ha llovido me gusta también. No es algo que haga siempre, solo alguna vez, y generalmente acabamos merendando algo en una confitería, rodeados de olor a anís y café. Un sitio de esos es Candás, un pueblecito marinero encantador.
 Este lugar de noche tiene otro encanto, y ya lo dice el dicho;“La Fuente de Santarúa fai a la xente aguda”
Candás en invierno tiene tanto encanto que no puedo dejar de poner fotos.


También aprovecho el invierno para ir a algún partido, aunque poquitos, solo cuando son gratis, muy baratos o algo especial. Hace algo de tiempo fui a un partido de Rugby que era gratuito y me encantó, fue un domingo por la mañana y fue una forma estupenda de acabar el fin de semana. Y alguno de fútbol cae de vez en cuando.
El rugby es mucho más entretenido de lo que parece.
  Si hablamos de cosas que me hacen sentir bien y feliz no puedo dejar de nombrar las colonias o perfumes. Me gustan siempre, en invierno o verano, pero en invierno me gusta, antes de llenar la bañera coger 4 o 5 colonias, unas tipo perfume y otras frescas y llevarlas al baño, sin saber cual voy a usar. Luego, cuando salgo de la bañera y me envuelvo en una toalla que dejo encima del radiador y que está caliente, sobre la marcha, elijo una. Eso lo hago si voy a quedar en casa, si salgo ya suelo usar el bodymilk y el desodorante de la misma gama y uso un perfume un poquito más bueno, pero para estar en casa me gusta mucho ir al baño cargada de colonias sencillitas y sin saber cual voy a usar.
Colonias sencillas pero que hacen la vida más agradable.
 Uno de los placeres de la vida es la lectura, así que me gusta mucho tener más de un libro esperándome. Me encanta coger los que aún tengo por leer, llevármelos a la cama y mirar y remirar hasta que elijo por cual empezar, y me da penita que se vayan acabando.
Aún no sé por cual empezar, aunque los de Ágatha ya los he leído.
  Por supuesto, me encanta aprovechar los días especiales del invierno. Ahora que hemos dejado atrás las navidades me centro en el Carnaval. Cuando mis hijos eran peques dedicábamos tiempo a buscar un disfraz a su gusto, ahora suelen decidirse antes pero aún así invertimos tiempo e ilusión en prepararlos. Y esos días intento disfrutarlos a tope, voy a los desfiles de mi ciudad, salimos a empaparnos del ambiente alegre y festivo y siempre hacemos algo especial. Ese viernes la cena siempre es menú de Antroxu, que es como llamamos aquí al carnaval, y se suele comer picadillo, torrijas, frixuelos(creps) y un potaje que yo hago al día siguiente porque es muy fuerte para cenar. Uno de los días del puente de carnaval cogemos el coche por la mañana y vamos por los alrededores para respirar aire puro. Algún año había nieve, así que pudimos disfrutar de la nieve y el carnaval el mismo día. Otras veces simplemente caminamos por el monte o por alguna playa con el mar rugiendo y la bruma llenando nuestros pulmones. Y uno de esos días vamos a una cafetería a la que yo iba de pequeña a merendar chocolate con churros, en ningún sitio saben como allí. Aunque ahora hay unas chocolaterías nuevas en las que nos gusta perdernos de vez en cuando. Y para que fuera del todo especial en lugar de merienda nos gusta desayunar, el olor a café cuando aún es muy temprano me recuerda a mi infancia y a algún viaje de invierno, escapadas que nunca olvidaré.
El Carnaval es alegría, ayuda a focalizar los problemas tan grandes de la sociedad.

Para ir acabando y no ser pesada, os diré que también me gusta el invierno para hacer esas cosas que nunca se hacen en verano, por ejemplo ordenar colecciones. Creo que ya he hablado de ellas. Yo tengo colección de postales normales, de las que compramos cuando vamos de viaje y tengo además una colección de postal free, esas postales que dan gratis en el cine y en algunos centros comerciales. Esas me gustan porque cuando pasan los años tienen su valor, sobre todo sentimental, las hay de estrenos de películas, espectáculos o productos ya desaparecidos. Yo  a veces tengo un cúmulo y las ordeno en días de invierno.
El álbum grande es de postales de viajes y el pequeño de postal free. Lo abrí por una página de hace muchísimo.
 
Y lo mejor del invierno es aprovechar todas las cosas gratuitas porque son ocasiones únicas y además en verano a mí me da pena encerrarme, el invierno es el momento ideal para ir a museos, exposiciones o espectáculos interesantes. En Gijón tenemos el museo Piñole es que muy interesante(mi madre conoció al pintor, que ilu…), y además es gratis. También tenemos el museo Jovellanos, gratuito también y las termas romanas, gratuitas los domingos. El museo del ferrocarril también es gratuito los domingos, y la torre del reloj, edificio del siglo XXVI que llegó a ser cárcel y que de nuevo es gratuito. Podía seguir diciendo museos sin parar, pero  no quiero aburrir. Estas navidades, el jardín botánico puso un belén monumental precioso, la entrada era gratuita y mereció la pena. No cerraban al mediodía y nosotros hicimos un picnic en una zona habilitada. Esas oportunidades hay que aprovecharlas. Y los conciertos gratuitos, que siempre se anuncian y los hay repartidos por toda la ciudad son una buena ocasión para disfrutar de música. Incluso en algunos locales hay música en directo y solo se gasta lo que cuesta la consumición.
 Me encantan los bosques con olor a musgo y llenos de misterio. Me gustan para un domingo por la tarde.

  Para cerrar este capítulo de mis gustos, os diré que me encanta ir al campo y ver como empieza a florecer todo, en febrero tenemos mimosa, una de mis flores favoritas, pero además florecen algunos árboles y las calas empiezan a asomar. Y la flor del trébol y las margaritas quieren salpicar los prados. Me encanta coger alguna flor  y meterla en un libro o diario. Y me encanta pasear por el bosque y que huela a frío y a musgo. Y al volver a casa un domingo por la tarde me gusta oír en la radio del coche los comentarios de los partidos, no por el partido en sí si no porque me recuerda a mi infancia, cuando oíamos eso de-¡Gol en las Gaunas! ¡Penalti en la Romareda! Y entre medias, el anuncio de Soberano. Esos sonidos me transportan a esos años en que el invierno eran madrugones para ir al cole y fines de semana deseando hacer mil cosas.

Me encanta la mimosa, huele tan bien...

Y claro, algo que me encanta es leer vuestros blogs. No tengo mucho tiempo, pero me gusta mucho leerlos, especialmente los que hablan de cosas variadas aunque el blog tenga una temática específica. Un blog de moda no puede solo describir el look, puede aportar ideas, de vez en cuando hablar de otra cosa como recetas o una experiencia personal, entonces sí que me gustan, los de cosmética igual, de vez en cuando pueden aportar looks, opiniones, en cambio si hablamos de un blog de cosas hechas por la persona pues que las explique o que ponga algo interesante porque me encanta ver cosas artesanales, soy fanática. Si un blog no es monótono y me enseña cosas interesantes, seguramente me gustará. Al menos, los que leo y comento me gustan, en todos aprendo algo nuevo cada día, ya sea una receta, sobre una crema, un champú o una película. Y me encantan los blogs personales, esos que hablan de la persona, que son una especie de diario. Me resultan gratificantes.
Bueno, podría seguir diciendo esas cosas que me encantan y llenan mi vida de pequeños momentos pero tendría para muchas entradas más o para una entrada interminable y no quiero ser pesada. Y a vosotras,¿Qué os ayuda a dejar de lado la monotonía? Seguro que os gusta perderos en algún sitio que huele de una forma especial o abrir una caja de recuerdos en los días de lluvia, o simplemente os gusta ver una peli en el sofá, con una mantita y un bol de palomitas. Muchos besinos y feliz fin de semana.
Os invito a una taza de chocolate, el mejor amigo para luchar contra el frío.

lunes, 21 de enero de 2013

Cómo me gusta presentar los regalos





Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Lo primero quiero disculparme por no contestar a los comentarios de la entrada anterior, los leí todos y me encantaron, pero no tuve nada de tiempo libre, parece que el año empieza con prisa. Pero a pesar de ello intento sacar tiempo para ir leyendo vuestros blogs, me gusta mucho y siempre aprendo y me lleno de energía así que no creáis que os tengo olvidadas, solo estoy algo muda pero sigo estando ahí.
La verdad es que hoy no sabía de que hablar porque quiero que este sitio sea lo más variado posible para que nadie se aburra, así que más que una idea o un tema específico os hablaré de cómo me gusta a mí personalizar mis regalos.
El invierno lo pinta todo de gris, pero a mí ese misterio me gusta, me recuerda que estoy viva.
Yo creo que los regalos siempre tienen que ser especiales, la persona que recibe el regalo debe sentir que nos hemos esforzado, que para nosotros es alguien único y mágico y queremos que lo sepa.

Hay muchas formas de personalizar un regalo, aunque a mí, como más me gusta, o una de las formas que prefiero,es con un peluche. Cualquier regalo, por sencillo que sea, con un peluche cambia. Si regalamos algo clásico, por ejemplo una colonia, siempre queda mucho más bonito si hacemos un súperpaquete con un peluche, con muchos lazos y celofán, o al contrario, también se puede sorprender si le ponemos al peluchito el paquete de colonia en la mano.

Las canastillas de bebés o las tartas de pañales siempre quedan mejor con un peluchito, en este caso un peluche muy dulce y tierno y de unos colores que combinen con lo que hemos preparado.
Yo creo que he puesto peluches en todo, a una chica muy golosa le hemos regalado un paquete enorme de chuches y bombones, pero se los pusimos a un peluche monísimo, y le añadimos un babero con las firmas de las amigas, así queda un recuerdo chulo y además el babero pega con las cositas de comer.

Otra vez me volví loca buscando un peluche para regalar con un libro, y al final encontré uno muy bonito, un búho con gafas con una pinta de intelectual tremenda(estuve tentada de quedármelo), me encantó porque hice un paquete enorme de celofán y al abrir el peluche la persona que recibió el regalo descubrió que el búho llevaba en las alas-manos un libro.
En el fondo soy como Mary Poppins, Bert y los deshollinadores, me encantan los tejados.

Cada vez que veo las cajas de experiencias que venden en muchos sitios pienso siempre que deberían presentarlas mejor, es un regalo bonito y con esa presencia tan sobria pierden un poco, al menos en mi opinión, pero ya sabéis que soy una ñoña, por mí enviaría regalos con un mensajero que cantase o algo así, jeje.

Alguna vez he regalado entradas para el cine o para un concierto, y vales para un spa, esto recientemente,  pero en lugar de limitarme a preparar un sobre bonito, que también, suelo buscar un peluche que vaya bien. Para el concierto me volví aún más loca que con el libro, hasta que encontré un pingüinito con una batuta, en plan director de orquesta, y aunque no era muy grande quedó muy bien, hice una tarjeta aprovechando unas hojas de partituras de mis hijos y el resultado fue bonito, y para el spa encontré un peluche en una juguetería que liquidaba que era un osito con albornoz, y me pareció que pegaba y como necesitaba más de uno cogí un tamaño pequeño y no me subió demasiado, y ver como abrían el regalo fue genial, primero diciendo que les encantaba el peluche y luego alucinando con lo del spa. Lo que más me gusta de dar regalos así es que la persona lo recibe con ilusión creyendo que el propio peluche es el regalo y luego se lleva doble sorpresa al descubrir que hay algo más.

Y debo deciros que creo que los peluches son ideales para regalar joyas, cualquier peluche mono y tierno va bien con una joya. O para regalar algo tan práctico y poco interesante como un pijama, con un peluche dormilón y algo más el regalo cambia completamente. Yo he comprado peluches chulos y baratos en Tiger y en alguna ocasión en Carrefour. Y si alguna vez veo liquidaciones de peluches”neutros”, los cojo porque siempre los acabo usando, me pasa igual con las cestas. Lo ideal que no sean ni de niño ni de adulto, y no muy femenino, y así podemos adaptarlo a cualquier ocasión. Y quien dice peluches pueden ser muñecos de fieltro, aunque son más caros.
Si algún día venís por aquí no dejéis de ir a la villa romana, habla por sí sola.

Y ya que hablamos de presencia de regalos os diré que también doy mucha importancia a los envoltorios. Estas navidades en muchos blogs y en Pinterest he podido ver un montón de ideas para envolver y algunas las he usado, y la verdad es que estoy encantada con el resultado.

Yo hice un remix, no me quedó exactamente así pero es lo más perecido que encontré. Tengo que empezar a sacar fotos.

Una idea que vi en bastantes sitios y que no pude resistir es envolver los paquetes con papel marrón de embalar y luego personalizarlo. Yo usé esta idea para dos paquetes solamente, y me quedaron muy bien. Una de las ideas fue usar puntillas, podían ser de papel o de tela, y hacer unos adornos sencillos, rematados con cuerda tipo cáñamo y unas flores secas en tonos crudos. El mío en concreto era un paquete rectangular y el resultado fue espectacular. El otro lo hice copiando una idea que me gustó, poner unos pompones. Yo puse los pompones y dejé una tira de lana y parecían tres florecitas, la verdad es que quedó genial porque este también era rectangular y así queda como más perfecto.

Ya sabéis que me gusta personalizar siempre al gusto del que va a recibir los regalos, así que claro, los paquetes que le preparo a mi padre me gusta personalizarlos a su estilo, y os diré que por ejemplo este año compré papel pinocho de dos colores y formé la bandera del equipo de fútbol que le gusta, y le envolví así un libro que le compré para complementar. Y en un kiosko vi una piruleta del equipo y la compré y quedó genial puesta allí con un par de lazos de los colores apropiados. Ya sé que puede parecer un gasto tanto papel pero lo que me sobró lo usé para hacer flores y uno de los paquetes de mi madre lo adorné con un ramillete de colores, usé lo que me sobró de mi padre y trocitos que tenía de otras veces. En este caso puse un papel negro que era reaprovechado pero estaba muy bien, no me gusta usar papeles arrugados o llenos de dobleces. En este caso era de un material brillante de los que usan en muchas perfumerías y con las flores de colores quedó genial.

Para los niños hago distintos tipos de envoltorios. Sí sé que les gusta mucho un personaje en concreto y encuentro el papel envuelvo alguna cosa con ese papel y si puedo añado algún detalle del personaje, ya sea una chuche o un lápiz, lo adorno con un lacito y queda genial.
Insisto con la villa romana, pero merece la pena verla.

Y para algún juguete más clásico o didáctico suelo hacer envoltorios más originales.
Lo primero a tener en cuenta es la forma del regalo. Si tiene una forma difícil, intento facilitarme la tarea. Los balones he optado por envolverlos en papel pinocho formando una especie de caramelo, con lazos en cada lado y con una etiqueta bonita con el nombre del niño. Si el balón es de fútbol y el niño es grande podemos poner colgando un silbato(si es pequeño lo podría tragar). Si es de baloncesto sirve también el silbato o un llaverito relacionado con un equipo, y esto también vale para el fútbol.

Si es alguna muñeca que no viene en caja, en plan muñeca de porcelana o algo así, intento coger un papel muy clásico y envolverla de modo tradicional, pero luego el lazo lo pongo de tela y uso una etiqueta mona, en Internet hay un montón.

Si el juguete viene en caja hago distintas cosas, uso papel decorado y luego añado algún adorno, por ejemplo algún juguete baratito de los de las piñatas, que he comprado en tiendas de chuches, o uso un papel liso y recorto las letras del nombre del niño usando una plantilla y con papel de otro color, o con partituras, queda  muy bien, y las pego en todo el frontal de regalo, o si el papel ya es llamativo pongo simplemente unos caramelitos.

Este año he hecho incluso una bolsita con una revista. Tienen que ser revistas con unas hojas un poco resistentes para que no se rompan. Apenas me quedaban ideas fáciles y originales para usar lo que tenía sin gastar más y le quería dar a mi hermana una barra de labios y un espejito algo vintage, así que en una revista que tenía tiempo vi unas fotos de Marilyn, Audrey y alguna otra actriz de la época dorada y me arriesgué. Hice la bolsa según las instrucciones de un blog y no me costó nada de trabajo, y como asa puse un lazo estrechito en gris perla y en el fondo de la bolsita  puse unos pétalos secos que compré(lo confieso) en los chinos. Creo que fue lo que más gustó.

Todas estas ideas se pueden aplicar a cumpleaños y ocasiones especiales. Para San Valentín podemos inspirarnos en cosas con corazones,  para un regalo de boda podemos poner algo que tenga relación con el tema, anillos o corazones entrelazados, o el ramillete de flores de papel pinocho quedan geniales.
Y ya que hoy me da por la historia, tenemos una ciudadela muy interesante.

Lo importante es que cada paquete se vea único y especial, que no hay otro igual. Si vais a dar una tarjeta regalo preparad un sobre bonito y ponedlo en un peluche o en unas flores y el regalo parecerá mucho mejor. Si queréis regalar unos bombones ponedlos en una cajita con una foto vuestra en la tapa(es un segundito imprimir una foto romántica o de un niño con el abuelito, depende de quien sea el destinatario) y envolvedlos bien, con lazos y corazones, con globos o en un peluche.

Si vais a regalar un móvil, una consola o un mp3,4 o 5, no lo envolváis y lo deis como algo frío e impersonal. Podéis meterlo en una cajita chula, en Tiger y en Ikea las hay chulísimas, 
O haced vosotras una forrada con motivos especiales y una tarjeta enorme diciendo lo mucho que esa persona se merece lo que ha recibido. Si lo presentáis con un envoltorio normal el regalo les gustará igual, eso seguro, pero con el tiempo pasará a ser un regalo más entre los muchos objetos caros que irá juntando a lo largo de su vida, en cambio el recuerdo de cómo se encontró ese regalo tan esperado no se olvidará jamás.

Bueno chicas, no os aburro más pero quiero ideas para regalos y envoltorios que tenemos San Valentín a la vuelta de la esquina.¿Cómo presentáis vosotras vuestros regalitos? ¿Os gusta que os los presenten muy elaborados o por el contrario os da igual? Espero vuestras respuestas y mientras tanto disfrutad del frío, la lluvia y la nieve, porque es algo muy efímero y al final siempre vuelve a salir el sol. Besinos y suerte para todas.

sábado, 12 de enero de 2013

Probando unos productos sanísimos y muy ricos





Hola a todos!!!!!!!!!!! ¿Qué tal lleváis lo que va de año? Espero y deseo con toda mi alma que lo llevéis genial, que las estrellas os sean favorables. Y ya me contaréis si os han traído muchas cosas los Reyes, sobre todo alegría, salud y mucha ilusión.

Hoy voy a hacer una entrada que hace tiempo debería haber hecho, pero quería probar bien los productos antes de hablar de ellos, porque aunque es solo una opinión, una modesta opinión de alguien que no es para nada una experta, me gusta hacer las cosas lo mejor que pueda.

Ya sabéis que me preocupa mucho el tema de la alimentación, yo pienso que aunque estemos inmersos en una enorme crisis lo último de lo que hay que prescindir es de comer lo mejor posible dentro de nuestras posibilidades. Bien, pues mi hija mayor quiere ser vegetariana, lo tiene clarísimo. Y después de hablar y de buscar un acuerdo entre padres e hija hemos decidido hacer las cosas despacito y bien, pensando y sin prisa, vamos a ir poco a poco, es decir, primero intentaremos reducir el consumo de carne y vamos a ir conociendo productos lo más sanos, naturales y enriquecidos naturalmente, y en un futuro, si la cosa sigue y decide hacerse cien por cien vegetariana la dieta será hecha por un experto, al menos de modo orientativo para que su alimentación sea lo más completa posible.

Pues mientras tanto y para no encontrarme luego con un desconocimiento total he empezado a buscar productos ecológicos que puedan aportar equilibrio a la dieta, pues una cosa muy importante en dietas vegetarianas es intentar tomar proteínas, algo que se nos reduce notablemente si no consumimos carne o pescado, pero que podemos encontrar en otros alimentos y mientras buscaba información sobre todo esto, de casualidad encontré los productos de los que os voy a hablar. Al ver su página me parecieron justo lo que estaba buscando,  y me atreví a molestarles para pedirles unas muestras, y cual fue mi sorpresa cuando un par de semanas después recibo en casa una gran caja con un montón de cositas. La caja era grande y traía muchas cosas, todas geniales y que alegraron mi día, no me esperaba para nada algo así, yo solo quería unas muestritas para ir conociendo antes de comprar. Y de esto es de lo que os quería hablar. 
La empresa en concreto es Salud e imaginación, que son los que me enviaron productos Eco-salim, que podéis ver aquí;
 www.int-salim.com/visualizador ,

Ya sabéis que cuido mi alimentación todo lo que puedo, cada día tomo un zumo tipo gazpacho desde hace añísimos, y también germen de trigo y levadura de cerveza desde hace más de 15 años, además de otras cosas, por tanto estos productos me han venido genial.

Algo que me preocupa desde hace tiempo, de ahí que tome el germen y la levadura, es que creo que no se consume la cantidad necesaria de cereales así que cuando vi que  entre los muchos productos me enviaban unos paquetes de copos de cinco cereales ecológicos precocidos no me lo podía creer. Hay varias formas de tomarlos, pero yo lo hago en sopa. Varias noches a la semana hago un caldito de verduras, o de pollo pues mi hija aún lo toma, y cuezo en ese caldo trocitos diminutos de ajo, cebolla, apio, perejil, calabacín, zanahoria y las verduras que tenga, judías verdes, espinacas, lo que sea, y cuando quedan unos siete minutos para acabar añado los cereales y dejo reposar el caldo. Esta sopa es sanísima, aporta mucha energía y está rica, es como una minestrone. Y los cereales cunden un montón, pues se usan unas dos cucharadas por persona y el paquete contiene copos de avena integrales, copos de trigo integrales, copos de centeno integrales, copos de maíz integrales y copos de cebada integrales. Una auténtica fuente de energía.
En su catálogo on line podemos encontrar todos estos productos y un montón de información.


También me enviaron harina integral, que usé para hacer pan  y para hacer un bizcocho de calabaza, y me encantó. Con lo poquito que me sobró hice croquetas de setas, así que le saqué mucho partido.

Y para que no faltase nada me mandaron espárragos, que estaban tan buenos que mi hija se los comió ella sola con un poco de mayonesa porque nos daba pena manipularlos ni añadir nada, estaban buenísimos.

No voy a enumerar todo lo que me mandaron porque tendría para un montón de post, pero no quería olvidarme de los garbanzos. Lo primero que me sorprendió es que no necesitan remojar toda la noche, el primer día se me olvidó remojarlos y leí en la bolsa que con dos o tres horas es suficiente, así que los puse un par de horitas en agua y luego los preparé con verduras, cociendo a fuego lento 40 minutos y estaban muy buenos. Este es uno de los productos en los que más he notado la diferencia, son de buenísima calidad.

También me mandaron arándanos rojos, llenos de propiedades, entre ellos antisépticas y los tomamos en muffins, la receta la saqué del propio catálogo on line y menudo éxito, es de esas cosas que gustan y no puedes parar de comer, y encima es un alimento saludable.
Incluso cuando hago parrilladas en familia intento comer sano.


Para ir acabando os diré que la pasta también es muy buena, es integral y aunque hay que cocerla un poquito más que la convencional me permitió hacer unas recetas muy resultonas y el sabor, al menos a mis hijos, les pareció muy bueno.

Y ya como últimos apuntes os diré que preparé cuscús, y me gustó mucho el resultado, y me resultó fácil, que es lo que más me asustaba, que fuera complicado de usar.

También recibí  frambuesas deshidratadas y las desayunaron mis hijos con cereales, estaban ricas, son sanísimas y nos permitió probar cosas muy interesantes, y como podréis ver todo, todo lo que me enviaron, lo he utilizado.
 Estas fotos tiene  mucho tiempo pero vemos que ni en invierno ni en verano nuestros hijos paran, siempre están haciendo algo.

 Y para terminar de dar mi opinión y no aburriros os diré que pienso comprar estos productos. Cuando pruebo algo y luego doy mi opinión me gusta ser sincera, y si no me gusta, pues no me gusta, no lo vuelvo a usar y ya está, pero os juro que estos productos me han encantado, empezando porque son ecológicos y muy naturales y siguiendo porque saben bien, son fáciles de preparar y ayudan a mantenerse bien. Además, tienen cosas bien ricas, como unas cookies que estaban buenísimas, o las frambuesas que os comentaba. Muchas de las cosas las he terminado, pero pienso reponerlas. Aún me quedan cereales para la sopa, pero tengo claro que cuando se acaben los voy a comprar seguro, y los garbanzos y la pasta. Otras cosas son más prescindibles, pero estos cereales son geniales y vienen bien para todos, y nuestros hijos, mientras estudian y hacen un montón de cosas tienen que tener una buena fuente de energía. 
Y ya para no aburrir más, os dejo, deseando que tengáis un muy feliz principio de año y agradeciendo a Eco-salim sus productos, porque de verdad que me he hecho adicta. Un abrazo para todos y nos vemos por aquí.

sábado, 5 de enero de 2013

Feliz día de Reyes



Para mí no hay Reyes completos sin la carta, al menos con niños.


Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Feliz día de Reyes, la noche más mágica del año.

A pesar de los malos tiempos que corren deseo con toda mi alma que esta noche mi ciudad y todas las ciudades se llenen de alegría.

Hoy me apetecía hablar un poco sobre esta noche en general, de cómo la recuerdo y de lo qué es para mí ahora.

La noche de Reyes siempre fue especial en mi familia, incluso en los años más duros.

Esta imagen es de Internet pero mi madre tuvo unos cacharritos muy parecidos.
Mi padre y mi madre siempre, siempre, tuvieron regalos de Reyes. Desde luego no eran consolas, ni maravillosas muñecas, pero siempre había algo. Normalmente a las niñas les ponían algún muñeco  o muñeca de un material tipo cartón (no sabría decir de que eran exactamente los que recibía mi madre), pero siempre tenía algún muñequito y mi abuela le hacía ropita al muñeco con algún trapo que tuviese. Algún año el muñeco tenía cuna,  pero todo muy pequeño y sencillo. Y además siempre le traían algo para el cole, generalmente un plumier de madera y un lápiz, aunque recuerda un año en que le trajeron una pluma estilográfica, y con el devenir de los años, al ir mejorando la economía familiar, siempre le traían un cuento o libro. A mi tío solían traerle un balón, o un fuerte para vaqueros, pero de los sencillos, o una diligencia, una peonza, cosas así, y algo para el cole también. Y a mí padre más o menos lo mismo, como eran más hermanos había que repartir, pero el balón, la muñeca con ropa de fabricación casera, algo de hojalata o unos cacharritos para jugar a las cocinitas nunca faltaban. Y con el paso de los años, cuando uno deja atrás la inocencia de la niñez y tiene hijos y una vida difícil se da cuenta del sacrificio que hacían aquellos padres de los cincuenta y sesenta que ponían siempre algo para que el zapato de sus hijos no estuviese vacío la mañana de Reyes.
Esto lo tuvo mi madre, lo tuve yo y lo tuvieron mis hijos aunque los suyos eran una versión más moderna.


En mi época las cosas ya no eran tan malas, y afortunadamente los Reyes siempre fueron generosos conmigo. Recuerdo la tardenoche del cinco de enero, tal día como hoy, cuando iba a ver la Cabalgata. Cuando ya pasaban los Reyes y llegaba la carroza que portaba los regalos yo siempre memorizaba los papeles de colores para comprobar si al día siguiente era alguno de ellos el que estaba en mi casa. Y como antes no había tantos modelos de papeles de regalos para elegir, sí que veía paquetes parecidos y me imaginaba que lo había visto en la carroza.

Cuando era muy pequeña mis regalos eran los normales de la época, las que estéis en la treintena sabréis de que os hablo y los recordaréis, por ejemplo la Nancy, algún juego de mesa, un carricoche con su bebé, muñecas que comían, o que hacían pipí, esas cosas. Luego llegaron los playmóvil(yo los llamaba clics), Pin y Pon, los juegos del Un, dos, tres, yo tuve el de Botilde y una botibota, el Nenuco, los barriguitas, el Tente, el blandyblub, las muñecas repollo, el Cinexin, el Enredos, que mis hijos tuvieron años después y se llamaba Twister, La Leslie, el Mocosete, que era mi preferido, cosas de maquillaje de La Señorita Pepis,y muchos juguetes más. A mí me hizo especial ilusión el año que recibí el cubo de Rubick y el de los Juegos reunidos, aunque cada año me gustaba todo. Me encantaba ir a la Cabalgata y después tomar un caldo o un chocolate con churros y en casa, después de mediocenar porque con los nervios no me entraba nada, preparábamos los zapatos junto al árbol y dejábamos la comida para los camellos, que era agua y un poco de zanahoria o pan, que según mi madre lo comían. Y para Sus Majestades un poco de leche y coñac y algo de comer, turrón o algo rico, eso variaba. Y al día siguiente, cuando nos levantábamos los nervios se apoderaban de nosotras y no podíamos ni llegar hasta nuestros zapatos. Y allí estaba mi madre con la cámara de fotos para inmortalizar el momento, tengo una foto de cada año y yo, claro, sigo igual, añadiendo video.Tengo las caras de mis hijos con todas las edades.
He visto esta imagen y me ha llenado de recuerdos. Yo aún conservo mi botibota pero no la tengo en casa así que he cogido esta foto para ilustrar.

No recuerdo ningún año de Reyes de decepción, siempre me gustaba mucho lo que me traían, primero los juguetes y al ir creciendo me regalaban cositas de presumir, una colonia, cosas para el pelo, o para jugar pero de más mayor, como las primeras maquinitas de marcianos, tipo GameBoy pero de los 80-90. Y siempre, siempre,  y eso lo mantengo, caía algo de leer.

Uno de mis regalos preferidos fue un diario que ya venia con las fechas marcadas, el mío era de los jóvenes castores, y servía para usar tres años. En teoría era un diario escolar, pero yo lo usaba de diario normal pues siempre me gustó escribir, y todavía ayer lo releí y me moría de risa al ver mis puntos de vista de entonces, con ocho años es una tragedia que tu amiga se enfade contigo y juegue a la goma con una niña que no quiere ser tu amiga. O que tu amiga se enfade con otra amiga y tú no te quieras enfadar con ninguna. La verdad es que es entrañable leer esas cosas.

Bueno, que me lío, volvemos a los Reyes. Hoy en día intento hacerlo parecido, aunque mis hijos son mayores y ya no pongo comida a los camellos, aunque confieso que les alargué esta creencia todo lo posible, tuve que usar mil tretas porque no sé porqué siempre se empieza por el ratoncito Pérez y luego va todo, así que aquí os cuento como salvé lo del ratoncito(Fulanito me ha dicho que el Ratoncito Pérez no exi) y alargué lo de los Reyes al máximo, no demasiado porque se enteran igual por el cole, pero siete años me parecen muy pocos para decírselo y en el cole muchos niños de seis o siete lo sabían, y encima lo decían porque cuando los míos ya lo supieron me prometieron guardar el secreto, especialmente con los primos pequeños, porque esta época tan mágica nadie tiene derecho a arrebatárnosla.
Esto no es de Internet, es mi diario de los jóvenes castores. El pobre esta algo chuchurrio por las mudanzas y el tiempo, pero me encanta leerlo.


A día de hoy seguimos yendo a la Cabalgata, a veces incluso los hemos recibido en el puerto, llegan en lancha y es precioso, y desde luego continuamos limpiando los zapatos y esperando como agua de mayo los regalos. Mis hijos son de la generación de las consolas, pero yo siempre he intentado regalar juguetes más creativos, aunque tengan consolas, pero intento que no sean su prioridad. Los juegos de hacer cosas, por ejemplo un volcán que funciona, siempre han estado presentes, y un trineo, algo para hacer deporte, bici, patines y balones, muñecas, Parkings y pistas Hotwheeles y siempre han jugado a cosas de niños, a casitas, tiendas, mamás, a carreras o a lo que sea, pero jugar de verdad, cosa que me alegra porque no quiero que estén todo el día sentados mirando una pantalla. Eso no quita que tengan consola, repito, pero todo con moderación y tratando de inculcarles otros intereses. Mi hija dibuja muy bien y siempre le doy algo para ello, desde un caballete con lienzo, óleos y paleta hasta accesorios para dibujos por ordenador, pero sin abusar. También tocan así que últimamente han caído complementos para los instrumentos, amplificadores, una correa para la guitarra, esas cosas. O discos de ediciones especiales de algo que les guste, o una entrada para espectáculos. Mi hija vio Luces de la ciudad, de Chaplin, con la orquesta Sinfónica tocando en directo, y le encantó. Vamos, que intento ser creativa y que les guste. Y para los demás busco sorprender con lo que les gusta, pero con un presupuesto ajustado, ni quiero fomentar el consumismo ni puedo.
Otro juego generacional, lo tuve yo y luego mis hijos, aunque con otro nombre.


Para terminar solo puedo decir que hoy hay que poner toda la carne en el asador, los niños  tienen que vivir este día intensamente, tienen que llamar a los Reyes en la Cabalgata, tienen que abrir los regalos con ilusión y mantenerse lo más ajenos posibles a los problemas. Y la tarde de Reyes es para disfrutar de la familia, a mí me encanta reunirme con todos y abrir regalos y si hay tiempo ver una peli navideña o infantil. Y claro, comer el típico roscón a ver a quien le toca el haba y a quien la sorpresa. El año pasado a mí me tocaron los dos, jejeje.

Bueno chicas, os deseo de corazón un día muy muy feliz y que os traigan mucho, que os lo merecéis, sobre todo mucha salud y suerte, y que este 2013 sea un buen año, de sueños cumplidos y de esperanza. Un abrazo y no olvidéis limpiar los zapatos.
Si os dejan carbón, que sea del dulce.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Sugerencias y reflexiones

Cómo saborear la Navidad sin gastar, mirar las cosas desde otro punto de vista.


A modo de bienvenida os enseño mi puerta. La corona la hice yo con hojas secas y flores de pascua artificiales. Tiene piñas, muérdago y más cositas pero en la foto no se aprecian.


Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Feliz Navidad!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Lo primero es desearos suerte y felicidad. Y ahora a lo mío, jeje.

Hoy quería hacer una entrada que es una mezcla de sugerencias o ideas y de reflexiones mías. Ya he comentado en alguna ocasión que conozco de primera mano un caso de una familia que dejó a los niños sin regalos de Reyes porque se gastaron el presupuesto navideño en la cena de Nochebuena. Y yo, qué queréis que os diga, me llevo las manos a la cabeza.  Para mí las comidas o cenas navideñas son un acontecimiento muy importante, pero no por los manjares de la mesa si no porque nos reunimos todos y eso es lo que cuenta, estar juntos y bien.



Este video tiene tiempo y lohe puesto porque apenas se ve a los niños, pero es maravilloso oír esas voces cantando. Yo no me canso de oírlos.
Así que mi primera idea-reflexión es que debemos mirar muy bien nuestro presupuesto navideño y calcularlo todo al dedillo para que nos dé para todo, aunuqe sea con modestia.

Para empezar, la cena no tiene porqué se cara carísima, podemos hacer cosas la mar de originales gastando poco. Lo principal es ponerlo todo bien presentado, adornado con las cositas navideñas que tengamos, con velas, con centros de mesa que podemos hacer con hojas y piñas, sacar nuestros cacharros más bonitos, hacer que todo brille aunque sea barato.
 Para un presupuesto ajustado en lugar de poner un montón de marisco como entrante podemos hacer canapés baratitos de esos que ya os sugerí otras veces, o cogollos de lechuga rellenos de queso Philadelphia, o un poco de salpicón de ese que venden en las tiendas de congelados. Yo alguna vez preparé un entrante que es una idea muy chula que es facilísima, solo hay que usar unas hojas de gelatina con cava y hacer así una base de gelatina de cava en una copa, que queda de un color ámbar precioso y cuando esté cuajada ponemos un poco de lechuga en juliana y un poco del salpicón con salsa rosa, queda genial y es muy barato. O podemos rellenar creps de gambas peladas salteadas con bechamel, por muy poco dinero las compramos al peso y podemos ponerlos sobre lechuga y con forma de paquetitos, quedan geniales porque si añadimos tomate a la masa salen rojos y con espinacas verdes, así que pueden ser de tres colores. Y en lugar de sopa de pescado  o marisco podemos comprar el caldo ya hecho y añadir algo de marisco comprado al peso en  las tiendas de congelados y solo hay qe añadir un sofrito de tomate y cebolla. Ya sé que no es lo mismo pero si nos esforzamos esta idea queda muy bien y creo que al final bien merece la  pena renunciar a la sopa de siempre porque con el ahorro hay para un regalo decentillo, y hablamos de casos en que no da para las dos cosas, porque yo sé que cuando se puede todos ponemos lo mejor que tenemos, pero en estos tiempos hay que adaptarse y aunque yo siempre digo que lo primero es comer y luego lo demás, en caso de regalos de Reyes cambio un poco la versión. 
Soy una pesada con los belenes pero me encantan. Este está en la iglesia de San Lorenzo y es muy bonito.

Y siguiendo con la cena se me ocurre que en lugar de un pescado fresco podemos coger en el Día unos trozos de merluza congelada que andan por los 30 o 40 céntimos unidad, los rellenamos con una francesa de cebolla y dos o tres gambas peladas por trozo y horneamos con patatas panaderas. Este plato siempre es un éxito, sale por poco dinero y de verdad que saben muy bien y al final la gente no tiene porqué saber que es congelado y recordaran que cenaron un rico pescado relleno y los niños recordarán una cena feliz y unos Reyes también felices. Si algún día vemos pescado fresco barato también podemos cogerlo y congelar, pero no necesitamos mero o besugo, con la diferencia hay para algún regalín.
 
Este video es corto y merece la pena verlo, nos renueva el espíritu navideño, aunuqe la calidad no es buena. Mi parte preferida empieza después del primer minuto.

Y con la carne ocurre igual. pues en lugar del cordero o pavo he visto en Lidl unos rollos de carne rellena entre 3,99 y 5,99 euros. Podemos asarlo y acompañarlo de puré de paratas servido con manga pastelera y castañas que cogemos nosotros, con ensalada y pimientos y es una cena bien decente y al final lo que se recuerda es lo rico que estaba todo. Lo principal es presentarlo con esmero, no por ser barato se presentará peor, al contrario, hay que adornarlo y llenarlo de ilusión.

Con los postres también podemos ahorrar, se pueden comprar cuando están al dos por uno o la segunda unidad al 70%. Si tenemos poco presupuesto yo creo que lo mejor es coger los modelos clásicos, blando, de choco, de yema, mazapanes. Los polvorones a veces los venden al peso, yo los vi a 40 céntimos cien gramos, se puede hacer un pequeño surtido y se presenta todo partido en trocitos en bandejas chulas, jugando con formas y colores y usando varias bandejas pequeñas para repartir por la mesa, da la sensación de que es más cantidad.
Preciosa tienda, apetece entrar a comprar.

 Con las bebidas podemos hacer más o menos igual, compraremos un vino barato, los hay baratos que no están mal, y si no queremos enseñar la marca lo servimos en jarra. Y para que todo sea de diez e inolvidable podemos imprimir o hacer a mano una carta con el menú para poner sobre cada plato, o tarjetas con los nombres. El caso es disfrutar, y después de la cena, que seguro que les gusta a todos podemos cantar, o jugar a algo divertido, o contar historias. Al final, lo que queda es el buen recuerdo, aunque lo que se haya servido en la mesa sea barato. Y si os apetece, podemos sacar fotos y video, que el día de mañana eso será un tesoro.
En mi opinión, para que los niños no sientan que este año hay poco dinero para la cena deberíamos hacerles partícipes en todo lo posible, que preparen la carta con el menú o las tarjetas, que adornen la mesa y la casa, que nos ayuden a alguna cosa en la cocina, por ejemplo a batir huevos que siempre se usan, mismamente para la francesa para rellenar pescado o a colocar los postres en las bandejas o con la manga y el puré de patata.

Y con el dinero que se ahorra uno en pescado, marisco y una carne cara hay para regalar a los niños, aunque sea algo económico.
Este escaparate ganó el concurso de la ciudad.
 Y ahora viene mi segunda idea-reflexión. Hay que regalar con ilusión y ganas aunque gastemos poco, que ellos no se sientan mal por recibir regalos, que no noten el esfuerzo, eso lo sabrán cuando toque, de momento solo tienen que disfrutar y ser felices. 
La verdad es que hay mil ideas para regalar, y aquí, igual que con las cenas, es importante la presentación. Si un niño se levanta la mañana de Reyes y ve bajo el árbol paquetes de los chinos colocados de cualquier manera seguramente se lleva un chasco, pero si ve una cosa parecida pero bien envuelta, con papeles bonitos, etiquetas, lazos y mucha apariencia, seguro que se pone contento.
Este ya es el último video, en realidad es solo un trocito pero me trae buenos recuerdos y me hace sentir bien, cuando lo escucho me alegro de intentar que la música sea un pilar en la vida de mis hijos.

Si los niños son pequeños creo que debemos tirarnos a cosas baratas para que vean “bulto”, porque a ciertas edades buscan cantidad. En Gijón han abierto una tienda que muchas conoceréis que se llama Tiger, es una tienda nórdica y yo la definiría como la Ikea del regalo. Pues he visto allí muchas cosas, todas ingeniosas y didácticas desde 2 euros. Hay puzzles, muñecos para armar, todo tipo de cosas para pintar y decorar, billares y futbolines pequeños, unos muñequitos que en la cabeza tienen unas semillas que al cuidar se convierten en hierba y se supone que es el pelo del muñeco. Si los niños son bastante pequeños pueden comprarse ahí algunas cosas y completar con un muñeco o coche o algo más tradicional de algún otro sitio. Y cuando lo tengamos hay que presentarlo bien. Yo he visto muchas ideas en Internet y algunas las he copiado. Pero si estamos ajustados no hay que gastar demasiado en esto porque ese dinero nos sirve para un detallito de complemento. He visto envoltorios preciosos con papel de embalar y con pompones, blondas, puntillas, flores secas, con mil cosas. He visto y en esta caso también hecho bolsitas con hojas de revistas y quedan genial, aunque tiene que ser una revista de hoja un poco dura. Yo siempre guardo lacitos y cosas chulas y las aprovecho, he usado hasta un cascabel o algún adorno navideño que tenía la cuerda de colgar rota. Pero que no parezca que lo reaprovechamos, todo tiene que tener buena apariencia.
No se ve demasiado bien pero la luna estaba preciosa esta tardenoche.


Para niños más grandes, especialmente niñas podemos hacer cajitas o cestas de baño, o con accesorios. En Tiger había 3 pares de pendientes a tres euros, pues un cartoncito de esos con un anillo y unos horquillas monas podemos meterlas en una cajita de cartulina. Yo me descargué una plantilla y quedan cajas chulísimas. Hay muchas ideas que podemos hacer, el caso es coordinar la marca, el color y el olor. En mercadona hay conjuntos de gel y desodorante de chico desde 1,95. Yo cogí uno pero lo saqué de la caja de allí y preparé un envoltorio con otro papel y puse una tarjeta chula.

Un truco es que el regalo te lo envuelvan en la tienda, pero luego podemos cambiar el envoltorio en casa y usar el papel de la tienda para un regalo más corriente. Para Papá Noel en una tienda le envolvieron un regalo a mí hijo de un modo muy serioque no me convencía para él así que yo le cambié el envoltorio y ese lo usé para un cinturón de mi padre, pues en esta ocasión parecía hecho a medida.
Esta avenida está preciosa, navideña y moderna, es muy original.


Podemos incluso hacer montoncitos con los regalos y unirlos con globos o tirar confeti(lo malo es que estás barriendo confeti una semana,jejeje). Pero aunque tengamos poco presupuesto, hagámoslo todo con ilusión, no me canso de repetir.

Yo siempre uso un truquillo que es cuando veo alguna cosa muy barata que pueda gustar a los míos, si puedo, la cojo, y así voy teniendo detalles para complementar. Si cierra una perfumería y hay algo que merece la pena, lo cojo. En Mercadona pusieron body milks y alguna cosa más a 50 céntimos, así que ya tengo algo que puedo complementar aunque sea con una esponjita o un gel.

Lo que intento es ceñirme al gusto de quien lo va a recibir, eso es importante. Y para los peques, a veces meto el regalo en una caja aunque sea de zapatos forrada con papel bonito y les meto unos caramelos o unos globos y para chica unos pétalos de esos que huelen bien. Parece tonto pero le da un toque. En Tiger tienen muchas cajas a dos euros, depende para qué sea puede compensar.
 Y cuando el regalo es un vale para algo, yo este año tengo unos vales de Spa, les hago una cajita pequeña chula, una cajita de cartulina con una tarjeta que se puede imprimir y hay mil modelos.

Y para los mayores también hay ideas para presupuestos pequeños. Yo he regalado de todo por poco dinero, desde un paquete de una infusión un poco buena con una taza bonita hasta un esmalte chulo presentado en una bolsita de gasa con una lima, por ejemplo. O un pañuelo y un jabón, el caso es mirar y prepararlo todo bien.

Yo creo que el día de Reyes perfecto es uno con frío, y que después de ver la Cabalgata todos merendemos chocolate con churros o algo así y antes de ir a dormir me encanta dejar los zapatos bajo el árbol y algo de comer para los reyes y los camellos. Cuando los hijos son mayores omitimos la comida de los Reyes y camellos pero los zapatos que no falten.

Y cuando mis hijos eran peques me gustaba dejar tres rastros de brillantina de tres colores desde la ventana hasta el árbol, como que lo desprendían los Reyes al entrar en casa. Esas cosas a ciertas edades llenan esos días de alegría y magia. Y yo creo que además la parafernalia que se monta con esto le da más emoción, ir a llevar la carta a los pajes, escribirla mientras se lo piden todo, catálogos enteros de juguetes mientras les explicas que hay muchos niños en el mundo y hay que repartir y ver que hasta en los telediarios hablan de Sus Majestades es genial, llena de luz la infancia, vamos, eso creo yo, que todo eso hace que los niños tengan en esa etapa mucha ilusión.
Me encanta este mini belén bajo una réplica del Elogio al Horizonte, emblema de Gijón.


Aprovecho para decir que sería bueno que colaborásemos en las campañas que hay para evitar que ningún niño se quede sin regalo, a veces no piden dinero, sirven juguetes usados o un simple me gusta en Facebook, y a mí me da tanta pena pensar en críos sin regalos porque solo se es niño una vez y además poco tiempo, eso no vuelve y no hay forma de arreglarlo. No comer marisco en Navidad no es un drama, pero que un niño se quede sin su día más mágico es  muy triste.
Me voy mostrando una tienda donde apetece perderse.

Bueno, ahora ya no os molesto más que me ha salido una entrada demasiado larga, pero solo pretendo decir que si no estamos en un caso extremo, que por desgracia hay muchos, si tenemos un presupuesto pequeño pero tenemos algo, no dejemos a los niños sin juguetes, vale más repartir lo poco que tengamos para que ellos se levanten y abran los ojos como platos al ver los regalos. Podemos ahorrar en la cena y en el modo de salir, en Navidad hay muchas cosas gratis, belenes, podemos llevarlos a ver el paje para que entreguen la carta, a ver escaparates para que elijan su regalo, a distintos parques, en mi ciudad hay muchos museos que pueden gustar a niños que tienen día gratis, por ejemplo el museo del ferrocarril y las termas romanas. Y ahorrando de aquí y de allí nuestros hijos recordaran estas fechas como ago mágico. Y ahora sí que me voy, deseando de nuevo mucha felicidad para todos.